Iphigénie en Tauride

Iphigénie en Tauride es una ópera en cuatro actos compuesta por Christoph Willibald Gluck, con libreto en francés de Nicolas-François Guillard. Se estrenó en 1779 en la Ópera de París y es una de las obras maestras de Gluck, representando la culminación de su reforma operística, que buscaba una mayor simplicidad y expresividad dramática.

El argumento se basa en la obra Iphigénie en Tauride del dramaturgo griego Eurípides, que trata de las historias relativas a la familia de Agamenón después de la guerra de Troya.

Gluck enfatiza la emoción y la naturalidad en la ópera, evitando los excesos del barroco. La música está al servicio del drama, con recitativos fluidos y arias de gran intensidad emocional. La obra trata temas como el destino, la expiación y el amor fraternal.

Esta obra maestra  ha marcado el inicio de grandes cambios en la «Evolución de la ópera«.

Es una ópera de gran fuerza dramática y ha sido interpretada por muchas de las más grandes sopranos de la historia.

Iphigenie en Tauride

ARGUMENTO DE «IPHIGÉNIE EN TAURIDE»

Temas principales de «Iphigénie en Tauride»:

1. Destino y Fatalidad

  • La historia de Ifigenia y Orestes está marcada por la tragedia y el destino ineludible de la Casa de los Atridas. La ópera refleja cómo los personajes intentan resistirse a su destino, pero al final están atrapados en la voluntad de los dioses.

2. Culpa y Expiación

  • Orestes es perseguido por la culpa tras haber asesinado a su madre, Clitemnestra. Su sufrimiento y su deseo de redención son fundamentales en la ópera. La expiación se logra a través del amor fraternal y la intervención divina.

3. Sacrificio y Redención

  • Ifigenia, obligada a sacrificar extranjeros a la diosa Diana, se enfrenta a un dilema moral cuando descubre que su propia víctima es su hermano. Su deseo de salvarlo y el sacrificio de Pílades por su amigo refuerzan este tema.

4. Amor Fraternal

  • La relación entre Ifigenia y Orestes es el núcleo emocional de la ópera. Su reencuentro y el reconocimiento mutuo simbolizan la esperanza en medio de la tragedia.

5. Intervención Divina y Misericordia

  • A pesar de todo el sufrimiento, los dioses finalmente intervienen para salvar a los protagonistas. Diana, en un acto de piedad, libera a Ifigenia y Orestes de su destino trágico, permitiéndoles regresar a Grecia.

Estos temas hacen que Iphigénie en Tauride sea una ópera profundamente humana y dramática, con una fuerte carga emocional y un estilo musical que realza la intensidad del relato.

Introducción de Iphigénie en Tauride

Los griegos Orestes y Pílades han sido encargados por los dioses de traer de Táuride la estatua de la diosa Diana que ha sido profanada por la sangre de un sacrificio humano. Lo que no saben es que Diana ha raptado antes de la guerra de Troya a Ifigenia, la hermana de Orestes, en el momento en que su padre Agamenón se disponía a sacrificarla, llevándola a esta lejana Táuride habitada por los escitas (bárbaros que practican al asesinato sacrificial) y la ha hecho su sacerdotisa.

Acto 1 de Iphigénie en Tauride:

En medio de una terrible tempestad, se oyen los gritos de Ifigenia y de sus sacerdotisas que imploran la protección de los dioses. Al mismo tiempo, se sabe que Orestes y Pílades han naufragado en Táuride, sin barco ni tripulación. La naturaleza aterradora se apacigua, pero la tempestad continúa en el corazón de Ifigenia: narra esta un sueño en el que ha visto a su padre asesinado por su madre, luego a su madre por su hermano, Orestes, antes de que ella misma alce un cuchillo contra Orestes. Se vuelve hacia Diana en oración.
Toante, el salvaje rey de los Escitas, tiembla a su vez, temiendo un desastre. Sin embargo, Orestes y Pílades, empujados por la tempestad al interior de su territorio, han sido hechos prisioneros y Toante ordena su sacrificio, conforme a la costumbre local que exige que todo extranjero náufrago sea sacrificado, mientras sus súbditos manifiestan su barbarie con unas danzas salvajes.

    Acto 2 de Iphigénie en Tauride:

    Orestes y Pílades esperan su suerte. Orestes se reprocha haber arrastrado a su amigo a la muerte, mientras Pílades trata de reconfortarlo.
    Vienen unos guardias en busca de Pílades. Ahora solo, Orestes, tras un ilusorio instante de paz, es acometido por las Euménides que le atormentan a causa del asesinato de su madre. En el punto culminante, se le aparece el espectro de su madre y sale huyendo, pero vuelve a creer de nuevo estar en presencia de su madre cuando ve a su hermana Ifigenia, que ha acudido para interrogar a los griegos cautivos. Orestes e Ifigenia no se reconocen pero se sienten extrañamente atraídos el uno por el otro. Sabiendo que Orestes es originario de Micenas, Ifigenia le interroga acerca de la suerte de sus parientes; las respuestas de Orestes confirman su sueño. Orestes acaba por decir que él mismo está muerto.
    Ifigenia, sostenida por las sacerdotisas, lamenta la pérdida de su familia, buscando a continuación consuelo en la preparación de los ritos fúnebres para su hermano.

    Acto 3 de Iphigénie en Tauride:

    La nostalgia de Ifigenia se transforma en resolución: decide salvar a uno de los prisioneros para que vaya a llevar un mensaje de socorro a su hermana Electra, en Grecia. Espera salvar a Orestes, por quien siente piedad, pero este prefiere morir antes que seguir siendo atormentando por las Euménides. Una discusión sucede entre Pílades y Orestes, pues los dos fieles amigos quieren morir el uno en lugar del otro. Orestes es presa de una desesperada cólera y amenaza con poner fin a su vida si Pílades no es salvado. Ifigenia cede y es Pílades quien llevará el mensaje.
    Este planea encontrar a su tripulación e intentar socorrer a su amigo.

    Acto 4 de Iphigénie en Tauride:

    Ifigenia ruega a Diana que la arme de ferocidad y luego se dispone a proceder al sacrificio a regañadientes. Pero en el momento en que toma el cuchillo sagrado, Orestes revela su identidad: hermano y hermana se reconocen y se abrazan. Sin embargo, Toante, que ha sabido que Ifigenia ha dejado escapar a uno de los cautivos, llega furioso: se dispone a matar él mismo a la víctima y a la sacerdotisa, al hermano y la hermana.
    Es entonces cuando Pílades irrumpe en el templo con sus hombres, mata a Toante y tiene lugar una lucha entre griegos y escitas. Diana desciende para detener a los combatientes: ordena que sus imágenes sean entregadas a los griegos y libera a Orestes de los gritos quejumbrosos de los manes de su madre.

    Ifigenia en Taulide

    PERSONAJES DE «IPHIGÉNIE EN TAURIDE»

    Gluck reformó la ópera para dar más fluidez y naturalidad a la música, evitando los excesos virtuosísticos del barroco y enfocándose en la expresión dramática. Cada personaje tiene un tratamiento musical acorde a su carácter y emociones.

    1. Ifigénia (Soprano) Expresión y lirismo dramático.

    Hija de Agamenón y Clitemnestra, hermana de Orestes.
    Cómo sacerdotisa de Diana en Táuride, está encargada de sacrificar a los extranjeros que llegan a la isla.
    Es un personaje trágico, marcado por el sufrimiento y la nostalgia por su patria.
    Su amor fraternal por Orestes es central en la ópera, y su lucha entre el deber y los sentimientos humanos la convierte en una figura compleja y profunda.

    • Este papel combina recitativos expresivos y arias intensas que reflejan su sufrimiento y dilemas morales.
    • La gran escena inicial («Ô toi qui prolongeas mes jours») establece su desesperación y nostalgia.
      • En sus arias, la música se adapta a su conflicto interno: momentos de gran lirismo cuando expresa su tristeza y gran fuerza cuando toma decisiones.
      • Sus líneas vocales no buscan el virtuosismo, sino la profundidad emocional.

      2. Orestes (Barítono) Intensidad y tormento.

      Hermano de Ifigenia, hijo de Agamenón y Clitemnestra.
      Ha matado a su madre para vengar a su padre y es perseguido por las Furias, atormentado por la culpa.
      Ve su posible muerte como una forma de expiación, pero su amor por su hermana le devuelve la esperanza.
      Tiene un carácter melancólico y desesperado, pero su redención es uno de los momentos clave de la ópera.

      • La música refleja su angustia y culpa.
      • Su aria «Le calme rentre dans mon cœur» es un ejemplo de su lucha interna, con líneas melancólicas y acompañamiento orquestal sombrío.
        • En los dúos con Ifigenia, la música evoluciona desde la desesperación hasta la ternura cuando la reconoce como su hermana.
        • Enfrenta momentos de gran dramatismo en sus diálogos con Pílades y en la escena final con Toante.

        3. Pílades (Tenor) Nobleza y heroísmo.

        Mejor amigo y fiel compañero de Orestes.
        Representa la lealtad y la amistad incondicional, ya que está dispuesto a sacrificarse por su amigo.
        La valentía y determinación lo convierten en un personaje noble y heroico.

        • Música es más enérgica y clara, reflejando su lealtad y valentía.
        • Su aria más famosa es «Unis dès la plus tendre enfance», donde expresa su amor fraternal por Orestes y su disposición a sacrificarse por él.
          • En su dúo con Orestes, el contraste entre la desesperación del barítono y la determinación del tenor enfatiza su amistad.

          4. Toante (Bajo) Brutalidad y autoridad.

          Rey de Táuride, despiadado y cruel.
          Ordena la muerte de todos los extranjeros que llegan a sus tierras, incluyendo a Orestes y Pílades.
          Representa la tiranía y el salvajismo, pero es derrotado al final de la ópera.

          • La música es agresiva y amenazante, con líneas vocales marcadas y orquestación densa.
          • Su papel es más recitativo que melódico, reflejando su naturaleza autoritaria.
          • Una presencia musical es imponente, con acordes abruptos y dinámicas fuertes que lo caracterizan como villano.

          5. Diana (Soprano ó Mezzosoprano ó mudo) Divinidad y Resolución.

          Diosa que interviene al final de la ópera para perdonar a Orestes y liberar a Ifigenia de su deber como sacerdotisa.
          Representa la misericordia divina y la resolución del conflicto.

          • Su intervención es breve pero crucial.
          • Si se canta, su música es majestuosa y serena, con líneas vocales amplias y solemnes.
          • A veces su aparición es muda, con la orquesta transmitiendo su autoridad divina.

          ANÁLISIS MUSICAL  «IPHIGÉNIE EN TAURIDE»

          Iphigenie en Tauride

          Iphigénie en Tauride (1779) de Christoph Willibald Gluck es una de las óperas más representativas de su reforma operística.

          Gluck rompe con la tradicional alternancia de recitativo y aria típica de la ópera seria italiana. En su lugar, utiliza una estructura más fluida donde la música sigue el drama de manera continua.

          • Recitativo acompañado: En lugar del secco (con clave y bajo continuo), usa la orquesta para reforzar la emoción del texto.
          • Número musical unificado: No hay una división estricta entre arias y recitativos, lo que da cohesión a la acción.
          • Orquesta como elemento narrativo: La orquestación es expresiva y contribuye a la atmósfera emocional de cada escena.

            ANÁLISIS MUSICAL DEL ACTO I «IPHIGÉNIE EN TAURIDE»

            Introducción orquestal

            • Comienza con una obertura en modo menor, intensa y tormentosa, que anticipa el drama y la desesperación de Ifigenia.
            • No es una obertura independiente, sino que se enlaza directamente con la acción del primer acto, reflejando el ideal de unidad dramática de Gluck.
            • Cantado por las sacerdotisas de Diana, establece el tono trágico de la ópera.
            • La orquesta utiliza cuerdas en trémolo para crear tensión.

            «Ô toi qui prolongeas mes jours» (Airoso de Ifigenia)

            • Recitativo y aria fusionados: Ifigenia canta con líneas melódicas expresivas que alternan entre desesperación y esperanza.
            • La armonía refuerza el carácter trágico con modulaciones sombrías.
            • El acompañamiento orquestal es delicado pero inquietante, reflejando la nostalgia de la protagonista.

              Escena de la tormenta y captura de los extranjeros

              • Gluck utiliza la orquesta para describir una tormenta, con cambios dinámicos bruscos y ritmos agitados.
              • La tensión aumenta cuando se anuncia la captura de dos extranjeros (Orestes y Pílades), marcando la transición al siguiente acto.

              ANÁLISIS MUSICAL DEL ACTO II «IPHIGÉNIE EN TAURIDE»

              Escena de Orestes

              • Orestes, atormentado por el asesinato de su madre, es perseguido por las Furias.
              • La música refleja su tormento con líneas vocales agitadas y orquestación intensa, incluyendo cromatismos y acordes disonantes.

                Arioso de Orestes – «Le calme rentre dans mon cœur»

                • Después de su crisis, Orestes experimenta un momento de calma, creyendo que su destino está sellado.
                • La melodía se suaviza, con un acompañamiento orquestal más estable, pero con armonías aún melancólicas.
                • Sin embargo, la paz es breve, ya que la música mantiene una tensión subyacente.

                ANÁLISIS MUSICAL DEL ACTO III «IPHIGÉNIE EN TAURIDE»

                Encuentro entre Ifigenia y Orestes
                Ifigenia interroga a Orestes sin saber que es su hermano.
                La escena es intensa, con recitativos acompañados, lo que permite que la emoción fluya sin interrupciones.

                Dúo de Orestes y Pílades – «Et tu prétends encore que tu m’aimes»

                • Uno de los momentos más emotivos de la ópera.
                • La línea vocal de Orestes es agitada y llena de saltos interválicos, mostrando su angustia.
                • Pílades, en cambio, tiene una línea más estable y heroica, reforzando su lealtad.
                • La orquesta subraya el conflicto con dinámicas dramáticas.

                ANÁLISIS MUSICAL DEL ACTO IV «IPHIGÉNIE EN TAURIDE»

                Escena del reconocimiento – «Ô mon frère!»

                • Ifigenia finalmente descubre que Orestes es su hermano.
                • La música cambia de tono: de la angustia a una gran explosión de emoción.
                • Se emplea una modulación de menor a mayor, representando la transición del sufrimiento a la esperanza.

                La orquesta se vuelve más expansiva, con cuerdas en legato y armonías abiertas que refuerzan la emoción del reencuentro.

                Coro de los tauros – «Dieux puissants»

                  • Un himno solemne y poderoso, con ritmo marcado y armonías en bloques.
                  • La instrumentación con metales y percusión resalta la brutalidad del pueblo de Táuride.

                Dúo de Ifigenia y Orestes – «Ah! Mon frère!»

                • Momento de ternura entre los hermanos, con una escritura vocal más lírica.
                • El acompañamiento orquestal es cálido y sostenido, simbolizando el lazo fraternal.

                Escena de la fuga

                • Orestes y Pílades intentan huir con la estatua de Diana.
                • La música es rápida y tensa, con ritmos agitados y cambios dinámicos abruptos.

                Intervención de Diana

                • Justo cuando parece que todo está perdido, la diosa Diana interviene.
                • La tonalidad cambia a una más luminosa, con una música más estable y majestuosa.
                • Si Diana canta, su línea vocal es solemne y sostenida, reflejando su autoridad divina.

                Final triunfal

                • Diana perdona a Orestes e Ifigenia es liberada de su deber como sacerdotisa.
                • La música se vuelve serena y equilibrada, con armonías abiertas y un cierre grandioso.

                EL ESTRENO DE «IPHIGÉNIE EN TAURIDE»

                El 18 de mayo de 1779 tuvo lugar el estreno de Iphigénie en Tauride en la Académie Royale de Musique (actual Opéra de Paris), Francia.

                1. El contexto del estreno:

                A finales del siglo XVIII, la ópera en Francia estaba dominada por dos estilos principales:

                Tragedia lírica francesa (heredera de Lully y Rameau), con un enfoque en la danza y los efectos espectaculares.

                Ópera italiana, con su énfasis en la ornamentación vocal y la estructura de arias da capo.

                Gluck llegó a París con la misión de reformar la ópera, eliminando los excesos virtuosísticos y colocando la música al servicio del drama. Iphigénie en Tauride representó la culminación de su reforma.

                2. Reparto del estreno:

                Personaje Tesitura Intérprete en el estreno (1779)
                Iphigénie Soprano Rosalie Levasseur
                Oreste Barítono Henri Larrivée
                Pylade Tenor Joseph Legros
                Thoas Bajo Jean-Baptiste Rey
                Diane Soprano Antoinette Saint-Huberty

                Rosalie Levasseur, alumna de la famosa soprano Sophie Arnould, interpretó el papel de Ifigenia con gran éxito.

                3. La recepción inicial:

                Fue un triunfo rotundo en París, con más de 35 funciones en su primera temporada.

                La crítica elogió su intensidad dramática y la fluidez de la música en relación con la acción.

                Reacción del público y los críticos

                Se destacó la unidad dramática, sin interrupciones para arias ornamentales o danzas innecesarias.

                El uso expresivo del coro y la orquesta impresionó a la audiencia.

                Algunos tradicionalistas de la ópera francesa criticaron la ausencia de ballet, pero el impacto emocional fue innegable.

                Impacto y legado

                Iphigénie en Tauride se convirtió en una de las óperas más influyentes del siglo XVIII.

                Fue admirada por compositores como Berlioz, Wagner y Richard Strauss.

                Marcó el declive de la ópera barroca tradicional y la consolidación del estilo operístico reformado.

                5. Con posterioridad al estreno:

                Debido a su éxito en París, la ópera rápidamente se expandió a otras ciudades:

                • Viena (1781) – Gluck realizó una versión revisada en alemán para el público vienés.
                • Londres (1796) – Se presentó con modificaciones para adaptarse al gusto inglés.
                • Berlín, Madrid, San Petersburgo – Se representó en importantes teatros europeos a finales del siglo XVIII.

                A pesar del éxito del estreno, con la consiguiente derrota de Piccinni, eterno rival de Gluck, y del impulso revolucionario de la obra, la realidad es que la reforma de Gluck no se reflejó en el corto plazo. De manera que la ópera seria perdió pie frente a la bufa, y más allá de algunos guiños de Mozart en Die Zauberflöte, o de Beethoven en Fidelio, Iphigénie trascendió escasamente fuera de las fronteras francesas.

                Serían Hector Berlioz en la primera mitad delsiglo XIX y Richard Wagner en la segunda sus principales valedores.

                A finales de siglo Richard Strauss trabajó en un nuevo arreglo de la obra que se representó en Weimar el 9 de junio de 1900 y recorrió Europa y Estados Unidos.

                Esto no fue casualidad, ya que los tres compositores compartían la obsesión por reinventar el drama. Gluck no sería, en definitiva, el reformista que pretendía, pero consiguió en esta ópera uno de los retratos más bellos, fieles y aterradores de los abismos y demonios que conviven con nosotros.

                Además, su impacto transformó la forma en que se concebía el drama operístico, priorizando la emoción y la continuidad narrativa sobre la exhibición vocal.

                Hoy en día, Iphigénie en Tauride sigue siendo una de las óperas más interpretadas de Gluck, con producciones en los principales teatros del mundo.

                6. Una muestra del impacto de esta obra:

                Hector Berlioz cuando tenía sólo 18 años y tras asistir por primera vez a la representación de Iphigénie en Tauride, escribió a su hermana :

                 Imagina para empezar una orquesta de ochenta músicos que tocan con tal grado de empaste que se podría pensar que es un solo instrumento. La ópera empieza: en la distancia puede verse una vasta llanura (¡sí, la ilusión es completa!) y más lejos se otea el mar. La orquesta anuncia una tormenta, se ven descender lentamente las nubes negras y cubrir la llanura por completo. El teatro está iluminado únicamente por los destellos de los relámpagos que rasgan las nubes, todo realizado con un realismo y una perfección que ha de verse para creerse

                […] ¡Y la orquesta! Todo estaba en la orquesta, especialmente cuando Orestes parece estar tranquilo; los violines sostienen una nota sugiriendo reposo, muy suavemente. Pero de fondo se pueden escuchar el murmullo de los bajos asemejando el remordimiento que, a pesar de su aparente calma, todavía puede ser oído en el corazón del parricida.

                ORIGEN, COMPOSICIÓN, ESTILO Y LIBRETO

                EL ORÍGEN

                La historia de Iphigénie en Tauride proviene de la tragedia griega Ifigenia entre los tauros de Eurípides (c. 414 a.C.). La obra trata sobre Ifigenia, hija de Agamenón, quien es llevada a Táuride tras haber sido salvada del sacrificio en Áulide por la diosa Diana. Allí, se convierte en sacerdotisa y se enfrenta al dilema de sacrificar a dos prisioneros extranjeros, sin saber que uno de ellos es su hermano Orestes.

                Contexto operístico

                Gluck, inspirado en la mitología de la tragedia griega, había trabajado en París desde 1774, donde ya había estrenado con éxito Iphigénie en Aulide (1774), Orphée et Eurydice (versión francesa de Orfeo ed Euridice) y Armide (1777). Sin embargo, su ópera Echo et Narcisse (1779) no tuvo buena acogida, por lo que necesitaba un nuevo éxito para reafirmar su influencia.

                Gluck decidió regresar al ciclo de los Atridas, explorando el destino de Ifigenia después de su escape de Áulide.

                COMPOSICIÓN DE  «IPHIGÉNIE EN TAURIDE»

                La composición se llevó a cabo entre 1778 y 1779.

                Gluck trabajó en la partitura con rapidez, ya que la trama se ajustaba perfectamente a sus ideales de ópera reformada.

                Se enfocó en una estructura musical sin interrupciones artificiales, eliminando las arias da capo y los excesos decorativos.

                La música refleja los conflictos emocionales de los personajes mediante orquestaciones expresivas, recitativos acompañados y coros poderosos.

                En cuanto a la orquestación, Gluck utilizó una instrumentación rica para reforzar la intensidad dramática:

                • Cuerdas con trémolos para generar tensión.
                • Metales y timbales en momentos de ira o poder divino.
                • Maderas para aportar matices emocionales en escenas más íntimas.

                El resultado fue una partitura de gran fuerza teatral, con un tratamiento más cercano a la ópera del siglo XIX que al barroco.

                EL LIBRETO

                • Su libretista fue Nicolas-François Guillard (1752-1814).
                • Basado en Eurípides, pero con modificaciones para ajustarse a la ópera.
                • Guillard simplificó la historia para enfocarse en el dilema emocional de Ifigenia y Orestes, eliminando tramas secundarias.
                • Redujo la presencia de dioses y elementos sobrenaturales para dar mayor realismo y énfasis en la psicología de los personajes.

                Principales diferencias con la obra de Eurípides

                Eurípides Ópera de Gluck
                Ifigenia no reconoce a Orestes hasta muy avanzada la trama. El reconocimiento se da antes para intensificar el drama.
                Orestes y Pílades planean la fuga juntos. En la ópera, Orestes está más pasivo y atormentado por su culpa.
                Se incluye un diálogo con los dioses al final. En la ópera, la intervención de Diana es más breve y simbólica.

                Gluck y Guillard crearon un libreto más conciso, directo y teatral, eliminando cualquier distracción para enfocarse en la tragedia central.

                SUS CREADORES: ESCRITOR, COMPOSITOR Y LIBRETISTA

                iphigenie en tauride

                EURÍPIDES

                Grecia, 484/480 a.c.

                Grecia 406 a.c.

                ESCRITOR

                Fue un dramaturgo griego, el más innovador de los tres grandes trágicos de la Antigua Grecia, junto con Esquilo y Sófocles. Escribió más de 90 obras, de las cuales se conservan 18 tragedias y un drama satírico.

                Se destacó por su visión crítica de la mitología, el realismo psicológico y la humanización de los personajes, alejándose de la solemnidad religiosa de Esquilo y la nobleza heroica de Sófocles.

                Su teatro se caracteriza por:

                • Humanización de los personajes

                  • Sus héroes y heroínas no son figuras idealizadas, sino seres con emociones y conflictos internos.
                  • Exploró temas como la locura, la pasión, la venganza y la desesperación.
                • Crítica a la sociedad y la religión

                  • Cuestionó el papel de los dioses y presentó un mundo donde los dioses a veces son caprichosos o indiferentes.
                  • Criticó la guerra y las normas sociales, especialmente el rol de la mujer y los esclavos.
                • Uso del Deus ex machina

                  • En varias de sus obras, los conflictos se resuelven de forma abrupta con la aparición de un dios que interviene en la trama.
                • Lenguaje más natural y coloquial

                  • Abandonó la grandilocuencia de sus predecesores en favor de un diálogo más realista.

                 

                Eurípides

                fue incomprendido en su tiempo, pero su obra se valoró más en siglos posteriores.

                Inspiró a dramaturgos como Séneca, Shakespeare, Racine y Goethe.

                Sus obras siguen siendo representadas y analizadas por su visión innovadora del ser humano.

                Eurípides revolucionó el teatro griego, haciendo que la tragedia fuera más emocional, psicológica y crítica. Su enfoque en la naturaleza humana y la injusticia social lo hace uno de los autores más modernos de la Antigüedad.

                Obra Tema principal
                Medea Venganza y pasión extrema. Medea mata a sus hijos para castigar a su esposo Jasón.
                Las Troyanas Crítica a la guerra y el sufrimiento de las mujeres tras la caída de Troya.
                Hipólito Castigo divino y deseo prohibido: Fedra se enamora de su hijastro.
                Electra Venganza y culpa tras el asesinato de Clitemnestra por sus hijos Orestes y Electra.
                Ifigenia en Áulide El sacrificio de Ifigenia por su padre Agamenón para ganar la guerra de Troya.
                Ifigenia entre los tauros Ifigenia es rescatada tras su sacrificio y debe enfrentarse a un dilema en Táuride.
                iphigenie en tauride

                Christoph Willibald Gluck

                Alemania, 2 de julio de 1714

                Viena,  15 de noviembre de 1787

                COMPOSITOR

                Fue un compositor alemán del período clásico, famoso por su papel en la reforma de la ópera. Su objetivo era eliminar los excesos del barroco y dar más importancia a la expresión dramática y la unidad entre música y teatro.

                Gluck transformó la ópera tradicional, alejándose de la estructura rígida de la ópera italiana y fusionando la música con el drama para crear obras más fluidas y expresivas.

                Antes de Gluck: Problemas en la Ópera Barroca

                • Exceso de ornamentación: Las arias eran un escaparate para el virtuosismo vocal, sin conexión con la historia.
                • Recitativos secos: Separaban la acción dramática de las arias.
                • Tramas complicadas: Enredos mitológicos difíciles de seguir.

                Principios de la Reforma de Gluck

                1. Música y drama deben estar unidos: La ópera debe ser una historia fluida, no una serie de números independientes.
                2. Recitativos acompañados: La orquesta acompaña los diálogos en vez de solo un clavecín.
                3. Menos ornamentación, más emoción: La música debe reflejar los sentimientos del personaje, sin excesos decorativos.

                Sus principales obras:

                Ópera Año Importancia
                Orfeo ed Euridice 1762 Primer gran ejemplo de su reforma: simplifica la acción y refuerza la emoción.
                Alceste 1767 Manifiesto de su reforma operística, con gran carga dramática.
                Iphigénie en Aulide 1774 Primera ópera en París, adapta su estilo a la tradición francesa.
                Iphigénie en Tauride 1779 Su obra maestra, con un enfoque trágico y expresivo sin precedentes.

                Gluck:

                influyó en Mozart, Berlioz y Wagner, quienes tomaron su idea de ópera como un drama total.

                Su reforma abrió el camino para la ópera clásica y romántica, alejándola del estilo barroco.

                Hoy en día, sus óperas son consideradas pilares del repertorio clásico y siguen siendo representadas en los principales teatros del mundo.

                Christoph Willibald Gluck fue el gran reformador de la ópera, cambiando la forma en que la música y el drama se combinaban en el escenario. Su visión de una ópera más natural, expresiva y unificada marcó el camino hacia el clasicismo y sigue siendo una referencia en la historia de la música.

                Respecto a su vida:

                Su familia era humilde y su padre trabajaba como guardabosques.
                Desde joven mostró interés por la música, pero no tuvo una formación formal en sus primeros años.
                Se trasladó a Praga en 1731 para estudiar música, aunque no hay pruebas de que haya asistido a la Universidad de Praga.

                Viajó a Milán en 1737, donde estudió con el compositor Giovanni Battista Sammartini, quien lo introdujo en la ópera italiana.
                Entre 1741 y 1750, compuso varias óperas en el estilo italiano barroco, presentándose en Viena, Londres, Nápoles y otras ciudades.
                Llegado a Londres, conoció a Händel, quien admiraba su talento pero criticaba su falta de experiencia.
                En 1752, se estableció en Viena, donde trabajó para la corte de los Habsburgo.
                Con la colaboración con el poeta y libretista Ranieri de’ Calzabigi, comenzó su reforma de la ópera, buscando más coherencia dramática y menos virtuosismo superficial.
                Su ópera «Orfeo ed Euridice» (1762) fue el primer gran éxito de su reforma, seguida de «Alceste» (1767) y «Paride ed Elena» (1770).
                Dentro  del prólogo de Alceste, Gluck explicó su objetivo: eliminar los excesos de la ópera italiana y hacer que la música sirviera a la historia.

                En 1773,

                la reina María Antonieta, quien había sido su alumna en Viena, lo llevó a Francia.
                Gluck adaptó su estilo a la ópera francesa y estrenó Iphigénie en Aulide (1774) con gran éxito.
                Su obra maestra Iphigénie en Tauride (1779) consolidó su prestigio en Francia.
                Durante esta época, tuvo una fuerte rivalidad con Niccolò Piccinni, quien representaba la tradición operística italiana.
                Regresó a Viena en 1780 y se retiró de la composición.
                Pasó sus últimos años en Viena, disfrutando de la fama y la comodidad económica.
                Murió el 15 de noviembre de 1787, posiblemente debido a un derrame cerebral.

                 

                iphigenie en tauride

                Nicolas-François Guillard

                París, 16 de enero de 1752

                París,  26 de diciembre de 1814

                LIBRETISTA

                Fue un poeta, dramaturgo y libretista francés, reconocido principalmente por su trabajo en la ópera francesa en el siglo XVIII, escribiendo textos para algunos de los más grandes compositores de la época, incluido Christoph Willibald Gluck.

                Su estilo se caracteriza por un enfoque claro, conciso y dramático, con una fuerte influencia de la tragedia clásica y la literatura griega, lo que lo hizo ideal para colaborar con compositores que buscaban reformar la ópera, lo cual influyó en libretistas posteriores, como Étienne de Jouy, quien trabajó con Spontini y Rossini.

                EL LIBRETO DE «IPHIGÉNIE EN TAURIDE»

                El libreto de Iphigénie en Tauride fue escrito por Nicolas-François Guillard (1752-1814), un poeta y dramaturgo francés. Guillard basó su texto en la tragedia «Ifigenia entre los tauros» de Eurípides, pero realizó varias modificaciones para adaptarla a las exigencias de la ópera reformada de Gluck.

                Sus características principales son:

                1. Estructura dramática clara y concisa

                • La ópera se divide en cuatro actos, con una narrativa lineal y centrada en el conflicto principal: el dilema de Ifigenia sobre si sacrificar a Orestes, sin saber que es su hermano.
                • Se eliminan tramas secundarias para mantener el enfoque en los sentimientos y el destino de los personajes principales.

                2. Eliminación de elementos mitológicos innecesarios

                • A diferencia de Eurípides, Guillard reduce la intervención de los dioses para dar más peso al drama humano.
                • La diosa Diana (Artemisa) aparece solo al final para resolver el conflicto, pero no influye directamente en la historia hasta ese momento.

                3. Personajes con mayor profundidad psicológica

                • Ifigenia es presentada como una mujer atrapada en un dilema moral, en lugar de solo una sacerdotisa con un deber divino.
                • Orestes es un personaje atormentado por la culpa, reflejando la tragedia de su destino tras el asesinato de su madre Clitemnestra.
                • Pílades refuerza la idea de la amistad y la lealtad, algo que en Eurípides es menos enfatizado.
                • Thoas, el rey de Táuride, es más violento y tiránico que en la obra original, aumentando la tensión dramática.

                Principales Diferencias con Eurípides

                Elemento Eurípides Ópera de Gluck / Guillard
                Reconocimiento entre Ifigenia y Orestes Se retrasa hasta la segunda mitad de la obra. Ocurre en el Acto IV, para mayor impacto dramático.
                Orestes y Pílades Ambos tienen un rol equilibrado en la historia. Orestes es más protagónico, Pílades es más secundario.
                Dioses y destino Diana y los dioses aparecen más en la trama. Se enfatiza más el conflicto humano y psicológico.
                Estilo del lenguaje Lenguaje filosófico y reflexivo. Lenguaje más directo y teatral.

                En el siguiente enlace puede consultar el contenido del libreto.

                ÁLBUM MUSICAL DE «IPHIGÉNIE EN TAURIDE»

                «IPHIGÉNIE EN TAURIDE» en El Teatro de La Maestranza – 2025

                Coproducción del Teatro de la Maestranza, la Opera Ballet Vlaanderen y la Opéra Orchestre National de Montpellier

                  Por primera vez en el Teatro de la Maestranza.

                  Duración total aprox.: 2h. y 15min.
                  • Primera parte: 62min.
                  • Primer Acto 
                  • Cambio rápido
                  • Segundo Acto
                  • Pausa: 20min.
                  • Segunda Parte: 50min.
                  • Tercer Acto
                  • Cambio rápido
                  • Cuarto Acto

                  Los días 11, 13 y 15 de febrero de 2025 se representa esta ópera en el teatro sevillano con el siguiente elenco:

                  • Directora musical: Zoe Zeniodi
                  • Director de escena y diseño de vestuario: Rafael R. Villalobos
                  • Reposición de la puesta en escena: Luis Tausía
                  • Diseño de escenografía: Emanuele Sinisi
                  • Iluminación: Felipe Ramos
                  • Reposición de iluminación: Juan Manuel Guerra
                  • Dirección del Coro: Íñigo Sampil
                  • Maestra repetidora: Anna Crexells
                  • Real Orquesta Sinfónica de Sevilla
                  • Coro Teatro de la Maestranza
                  • Iphigénie: Raffaella Lupinacci
                  • Thoas: Damián del Castillo
                  • Oreste: Edward Nelson
                  • Pylade: Alasdair Kent
                  • Diana / Primera Sacerdotisa: Sabrina Gárdez
                  • Segunda Sacerdotisa / Una mujer griega: Mireia Pintó
                  • Un escita / El Ministro: Andrés Merino
                  • Una Sacerdotisa: Julia Rey
                  • Clitemnestra: Beatriz Arjona
                  • Agamenón: Nacho Gómez

                  Según Mario Muñoz Carrasco, musicólogo y crítico musical:

                  La escena inicial ya da una perspectiva clara del nivel de modernidad de la obra, planteando desde un principio la dualidad entre el mundo exterior y el interior de la protagonista.

                  La tormenta

                  La ópera arranca con una obertura extraída de una ópera anterior, L’Isle de Merlin o Le Monde renversé, y que es la descripción detallada de una tormenta: la música avanza desde la plácida calma hasta un cielo que se va encapotando y desemboca en una enfurecida tempestad. La caracterización de la tormenta es inédita, pasando por todas sus fases gracias al privilegiado sentido del color orquestal de Gluck.

                   Mediada la tormenta, la obertura sorprende de nuevo con la intervención del coro de sacerdotisas, que con Ifigenia a la cabeza pide ayuda a los dioses para que desvíe los rayos vengadores. Lo realmente revolucionario no es solo que la obertura forme parte de la trama, sino que en realidad toda la tormenta y sus sucesivos embates no son otra cosa que una descripción del estado mental de Ifigenia, que arrastra sus traumas y conflictos. Es ahí donde aparece el retrato de la dualidad entre lo superficial y las corrientes subterráneas de cada personaje herido.

                  La exigencia orquestal de este fragmento es muy superior a cualquiera de las planteadas en sus años en Viena, y la paleta tímbrica se refuerza para la ocasión con una flauta piccolo —los silbidos de las ráfagas de viento—, dos clarinetes en Do y un fagot adicional.

                  La continuidad musical

                  A partir de aquí la ópera se estructurará en cuatro actos, con continuidad musical y unas pocas arias que no juegan un papel determinante (de hecho, la primera de ellas tardará quince minutos en aparecer).

                  Los personajes

                  Cada presentación de personaje tendrá una instrumentación asociada, como la del rey bárbaro Thoas y su posterior danza. Tanto el rey como todos sus guerreros escitas bailarán acompañados del sonido tribal de tambores, címbalos y triángulos. Es la pura manifestación sonora de su salvajismo. El remordimiento de Orestes, la angustia de Pílades o la melancolía de Ifigenia utilizarán cada uno su propia gama de recursos musicales que Gluck había ido desarrollando desde los tiempos en los que intercambiaba con Händel sus técnicas de caracterización.

                  El coro

                  También el coro participa de la creación de la atmósfera dramática.

                  Por un lado, los coreutas, al estilo griego, comentan la acción y participan de ella. También, como haría Bach en sus pasiones, encarnan personajes y son partícipes del traumático mundo interior de los protagonistas.

                  Por el otro, Gluck sitúa las intervenciones del coro de tal manera que el oyente cae preso de una progresiva idealización de la protagonista, con la que establece una conexión.

                  El amor no romántico

                  Pero Iphigénie en Tauride guarda una última sorpresa que la diferencia de prácticamente cualquier otra ópera de los años previos y posteriores: no habla del amor. O al menos, no del amor romántico. Se salta la temática irrenunciable no solo de la narrativa barroca o romántica, donde el amor es el epicentro de cualquier acción, sino también de los monumentos operísticos más importantes de todo el Clasicismo, como la trilogía Mozart y Da Ponte —Le nozze di Figaro (1786), Don Giovanni (1787) y Così fan tutte (1789)— o el propio Orfeo ed Euridice vienés. La ópera de Gluck se permite reinventar todo el imaginario operístico sin amor, sin arias, sin castrati y sin esbozar ni media sonrisa.

                  Iphigenie en Tauride

                  Según el Teatro de la Maestranza 

                  La fascinación de Gluck

                  La heroína de Eurípides es protagonista de muchas óperas y versiones teatrales incluso del mismo Gluck, que compuso poco antes Iphigénie en Aulide, fascinado por la mitología y la literatura clásicas, pero sobre todo, por los personajes de la guerra de Troya. ¿Qué hubiera sido de la tragedia griega sin ellos, qué hubiera sido de nuestra mitología europea?

                  Ifigenia es condenada por su padre, Agamenón, a ser sacrificada como exigencia del Oráculo, salvada por la diosa Artemisa y llevada a Táuride, donde será sacerdotisa en el templo de su benefactora. Allí tendrá la potestad de salvar, ignorando quién es, a su hermano Orestes, desobedeciendo al rey Toante que quiere aplacar las iras del Olimpo. Una trama de equívocos y desafíos que los dioses alientan como un juego. Iphigénie en Tauride, última gran obra del maestro alemán, se estrenó en París en 1779 con libreto del francés Nicolas-François Guillard. Se dice que fue un encargo del director de la ópera parisina que hizo simultáneamente a Gluck y a Piccinni, intentando fomentar la rivalidad entre ambos. La del alemán fue un éxito desde el primer momento mientras que la del italiano pasó sin pena ni gloria.

                  Producción internacional del Teatro de la Maestranza,

                  Con la dirección escénica de Rafael R. Villalobos, uno de los más reconocidos profesionales de Sevilla en la escena mundial, y la batuta de la griega Zoe Zeniodi, una de las mujeres que más brilla en la dirección de orquesta. Vuelven a nuestro escenario la mezzosoprano Raffaella Lupinacci, a la que pudimos celebrar en su papel de Adalgisa en Norma la temporada pasada, y el barítono Edward Nelson, Pelléas, magistral interpretación en este Teatro en 2022. Será la primera vez que esta obra maestra del periodo de renovación de la ópera, acometida por C. W. Gluck, sube al escenario del Maestranza.

                  FUENTES

                  Para elaborar esta Web se han analizado una serie de fuentes que se citan a continuación, y a las que se les rinde el merecido agradecimiento por compartir su información.

                  CRONICA PERSONAL SOBRE «IPHIGÉNIE EN TAURIDE»

                  El 13 de febrero de 2025 asistí con mi marido a la representación de Iphigénie en Tauride en el Teatro de la Maestranza.

                  En primer lugar quisiera destacar lo positivo, la ROSS brilló como siempre, pero la directora musical Zoe Zeniodi la elevó hasta lo sublime, consiguiendo que el sentido del oído se hiciera el más importante en toda la obra. Fue una delicia escuchar esos recitativos con la música envolviéndolos cuidadosamente, así como las escenas trágicas de guerra, tempestad, agresión, etc, arrancando las notas más desgarradas de las cuerdas y los vientos.

                  Tanto el coro como la mayor parte de los cantantes estuvieron a gran altura, siempre hablando de su capacidad vocal, descartando algunos momentos de Pilades (Alasdair Kent), que en mi opinión perdía el brillo dejando los agudos poco favorecidos.

                  En mi opinión,

                  Todo ese esplendor de la obra languidecía al plasmarlo sobre una puesta en escena falta de vitalidad y coordinación. Los personajes parecían zombies moviéndose sin sentido por el escenario: como ejemplo, Orestes, que debía encarnar el tormento intenso, andaba desorientado esnifando pegamento y tirado en el suelo todo el tiempo. El paralelismo entre el libreto y el argumento adaptado de Villalobos, a mi entender era inexistente, a pesar de las cuñas explicativas que se añadieron a la obra, sin conseguir otra cosa que confundir aún más al espectador.

                  El vestuario provocaba al público a tachar la representación de «ensayo general».

                  Por supuesto no faltaron la escena obscena (violación sexual encorsetada en medio de la nada) y nota homosexual, fuera de contexto, entre Pilades y Orestes.

                  En definitiva y hablo también en nombre de las personas que asisterion a la representación y con las que tuve ocasión de comentarla, la puesta en escena de Villalobos, una vez más no gustó en el Maestranza. Lo cual se notó al terminar la obra en el nivel de los aplausos, que hace al espectador dudar, pues admira el talento musical y vocal del trabajo realizado, pero termina defraudado ante la expectativa que tenía ante esta obra maestra de Iphigénie en Tauride.

                  Iphigenie en Tauride

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                  Don Quijote

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                  Don Quijote, danza basada en la novela de Cervantes, en su versión más famosa, compuesta por Ludwig Minkus y con coreografía de Marius Petipa.

                  El oro del Rin

                  El oro del Rin

                  Las Bodas de Fígaro es una ópera bufa en cuatro actos de Wolfgang Amadeus Mozart con libreto en italiano de Da Ponte. Estreno en 1786.

                  Las hijas del Capitán

                  Las hijas del Capitán

                  es una hermosa novela con valioso fondo histórico y bellas descripciones que documenta la colonización de Europa en la América central

                  Siete agujas de coser

                  Siete agujas de coser

                  Lectura amena que te anima a ver la vida con sencillez e ilusión, y si te gusta la costura, seguro que sentirás ganas de sentarte a hacer algunas puntadas.

                  Lejos de Luisiana

                  Lejos de Luisiana

                  es una hermosa novela con valioso fondo histórico y bellas descripciones que documenta la colonización de Europa en la América central

                  Zafra

                  Zafra

                  Llerena es un rincón de Extremadura repleto de historia, patrimonio, belleza y manjares que pueden satisfacer al más exigente viajero.

                  Mi trayectoria

                  Mi trayectoria

                  Fue una etapa repleta de horas tocando, bailando, disfrutando ferias, preparando actuaciones, celebrando comidas, etc... y sobre todo, entrañables amistades, que siempre estarán en mi memoria. Con el tiempo compuse alguna que otra pieza y aprendí a improvisar. Y más...

                  Tocar las castañuelas

                  Tocar las castañuelas

                  Esta disciplina artística requiere un aprendizaje largo y constante, sin embargo, está bastante extendida tanto en España como en otros países, y se imparte por profesionales concertistas y virtuosos amateurs. Como aprendiza del toque de castañuelas desde 2013,...

                  La Biblia de barro

                  La Biblia de barro

                  LA BIBLIA DE BARRO Julia Navarro   Resumen En Roma, un hombre se confiesa: «Padre, me acuso de que voy a matar a un hombre...». Al mismo tiempo Clara Tannenberg, una joven arqueóloga nieta de un poderoso hombre de oscuro pasado, anuncia en el transcurso de un...

                  Llerena

                  Llerena

                  Llerena es un rincón de Extremadura repleto de historia, patrimonio, belleza y manjares que pueden satisfacer al más exigente viajero.

                  La Alpujarra Granadina

                  La Alpujarra Granadina

                  La Alpujarra Granadina es una comarca española de la provincia de Granada, que a su vez, pertenece a la comunidad autónoma de Andalucía.Esta zona geográfica se ubica en la parte suroriental de la provincia de Granada y  tiene veinticinco municipios, siendo el  más...