Tannhäuser es una ópera en tres actos
Música y libreto en alemán de Richard Wagner
Tannhäuser es la quinta ópera que creó Wagner
Escribió el libreto entre 1842 y 1843
Compuso la música entre 1843 y 1845
Temas de esta ópera:
Lucha entre el amor sagrado y profano, redención a través del amor
Este último se repite a lo largo de gran parte de la trayectoria de Wagner
La narración se desarrolla entre el ámbito humano y mitológico
El estreno de la ópera «Tannhäuser» tuvo lugar en 1845 en Dresde
Tannhäuser, cuyo nombre verdadero era Heinrich, gustaba de cantar al amor y hacer poesía. Idealizaba tanto el amor sensual (Venus) como el puro (Elisabeth). Pero ninguno de ellos le dará la paz. En aquellas tierras era famoso el concurso de canto de Wartburg donde se buscaba el sentido del verdadero amor.
Tannhäuser se presentó a dicho evento y compitió con otros cantores. Cuanto más intervenía más se decantaba por el amor sensual que ha conocido en el Venusberg.
Al final, los caballeros presentes, lo obligan a peregrinar a Roma para pedir el perdón del Papa. Elisabeth esperandolo, desesperada, morirá.
Al volver Tannhäuser, abandona su alma junto al ataúd de su amada. Desaparece la obsesión por Venus y salva su alma con la muerte.
Wagner se inspiró en tres leyendas para escribir el libreto de «Tannhäuser»
VERSIÓN DE PARÍS DE TANNHÄUSER Thèâtre Lyrique
En 1860, en tiempos de Napoleón III, la princesa de Metternisch pidió a Wagner que representara «Tannhäuser» en París. Esto implicaba incluir un ballet en el segundo acto de la obra, como era tradición en el Thèâtre Lyrique. Sin embargo, Wagner introdujo el ballet tras la obertura, representando el mundo sensual de Venus a través de una bacanal que fue coreografiada por Marius Petipa con una música de gran potencia lujuriosa.
La ópera se tradujo al francés por Charles Nuitter con la colaboración del propio Wagner.
Se hicieron importantes y numerosos cambios en las escenas, tanto musicales como lingüísticos:
- Se alarga la primera escena entre Venus y Tannhäuser y su leguaje se vuelve más cromático, notándose la influencia de «Tristán e Isolda».
- En la segunda escena del primer acto hay ocho compases más de corno inglés antes de la frase del Pastor.
- En el acto segundo, se elimina del torneo de canto la intervención de Walther y la réplica de Tannhäuser.
- Se modifica el final del segundo acto donde sólo cantan Tannhäuser y el coro, suprimiéndose las intervenciones de los restantes solistas y antes de Nach Rom! se añaden seis compases para la cuerda.
- La introducción del acto tercero es más corta.
El estreno de esta nueva versión tuvo lugar el 13 de marzo de 1861 en el Théâtre Impérial de l’Opéra, y fue un estrepitoso fracaso.
El público de la capital francesa demostró no estar preparado para recibir el impacto que representaba la obra. Como anécdota, los socios del Jockey Club solían llegar al teatro para ver el segundo acto y no perderse el ballet, pero en esta ocasión, ya no pudieron verlo y manifestaron ruidosamente su descontento.
VERSIÓN DE VIENA DE TANNHÄUSER Burgtheater de Viena
En 1875 se interpretó «Tannhäuser» en Viena. Se conservaron las modificaciones procedentes de la versión de París, con el texto en alemán.
Se unieron sin solución de continuidad la Obertura y la bacanal, suprimiendo la re exposición del tema de los peregrinos.
No obstante, esta distribución es la que comúnmente se denomina Versión de París, al conservar todas las innovaciones de aquélla, añadiendo la unión de Obertura y bacanal y el texto en alemán.
OTRAS VERSIONES DE TANNHÄUSER Teatro de Bayreuth
Basándose en las versiones de París y Viena, Wieland Wagner, nieto de Richard Wagner y bisnieto de Franz Liszt, trabajó en varios montajes o versiones intermedias en el contexto del Festival Bayreuth.
Estreno de «Tannhäuser» – 1845 – Teatro de la ópera de Dresde
Otros estrenos de Tannhäuser – Ranking en Operabase
Gran Teatro del Liceo de Barcelona
Estreno en España el 11-febrero-1887, cantada en italiano en la versión de París
Metropolitan Opera House de New York
Estreno en EEUU el 4-abril-1859 y en el Metropolitan el 17-noviembre-1884
Metropolitan Opera House de New York
Estreno en EEUU el 4-abril-1859 y en el Metropolitan el 17-noviembre-1884
Teatro Colón de Buenos Aires
Estreno en Argentina el 21-julio-1894 y en 1909 en el Teatro Colón de Buenos Aires
Según Operabase, en el período 2005-2010
«Tannhäuser» figura en el puesto 53 de las más representadas, siendo la 14ª en Alemania y la 6ª de Wagner, con 82 representaciones
PERSONAJES DE TANNHÄUSER
TANNHÄUSER - Tenor dramático
El papel de Tannhäuser, para tenor dramático, uno de los más difíciles de la Historia de la ópera, posee una extrema en la que cuesta afianzarse. A lo largo de los tres actos debe conjugar, respectivamente, lirismo: exaltación de sentimientos personales (en el dúo con Venus), squillo: sonido o toque de un timbre o campana, resonante (en sus intervenciones en el torneo de canto) y dramatismo ( en la agotadora Narración de Roma).
ELISABETH - Soprano
Elizabeth, sobrina del Landgrave, tiene un papel para soprano lírica, que requiere presencia en el agudo y una gran sensibilidad interpretativa.
VENUS - SOPRANO DRAMÁTICA O MEZZOSOPRANO
Venus,
requiere una soprano dramática, en ocasiones interpretada por mezzosoprano, con voz de color oscuro y aterciopelado.
WOLFRAM VON ESCHENBANCH - BARÍTONO
Wolfram es uno de los papeles más comprometidos para barítono, por su gran lirismo y expresividad, que demanda un fraseo impoluto similar al del lied.
HERRMANN, LANDGRAVE DE TURINGIA - BAJO
El Landgrave de Turingia está escrito para bajo profundo, con un registro grave importante en el arioso del segundo acto.
OTROS PERSONAJES DE TANNHÄUSER
- Walther von der Vogelweide – Tenor
- Biterolf – Bajo
- Heinrich der Schreiber – Tenor
- Reinmar von Zweter – Bajo
- Un joven pastor – Soprano
- Cuatro pajes nobles – Soprano, alto
- Nobles, caballeros, damas, peregrinos, sirenas, náyades, ninfas, bacantes; en la versión de París, también las Tres Gracias,
jóvenes, cupidos, sátiros, y faunos
EL CORO DE TANNHÄUSER
El coro, como en la mayoría de operas de Wagner, destaca con su enorme presencia por ser el eje que articula el drama.
El coro masculino ejecuta el dificil Coro de los Peregrinos, de cuatro voces a capella, que precisa de una gran masa coral bien articulada, dúctil (desde el sottovoce a una sonoridad explosiva) y de tesitura amplia, mientras que el femenino hace lo propio con el idílico y sensual sottovoce que se escucha en el Venusberg.
La entrada de los invitados al torneo de canto en el Wartburg presenta también momentos comprometidos y el concertante del final del segundo acto, técnicamente impecable, constituye una verdadera maniobra de precisión.
LA ORQUESTA DE TANNHÄUSER
La orquesta presenta una plantilla especialmente numerosa para la época.
La cuerda, dúctil, debe afrontar los sutiles y brillantes pasajes del tema de Venus en la Obertura.
Las maderas poseen un tratamiento separado de gran calidad, sobre todo en el tercer acto.
El metal, poderoso, brilla tanto en la Obertura como en la entrada de los invitados, en el concertante y en el final de la obra.
Presencia destacada a lo largo de toda la obra, por tratarse de trovadores, lo tiene el arpa, que ejecuta los acompañamientos que éstos hacen con sus arpas.
ARGUMENTO DE TANNHÄUSER
«Tannhäuser» es una ópera cuya historia trata de seducción pero, sobre todo, de redención. Ambos conceptos, por cierto, se perciben en esta pieza de la obertura , de forma alternada.
La ópera, en sí, juega con estos dos aspectos, desde el principio. Así, cuando Tannhäuser está con la diosa del amor, luego su deseo de ir a Roma( como símbolo de penitencia), la mención al amor carnal que hace Tannhäuser en el concurso de canto en Wartburg, su penitencia a Roma donde no recibe el perdón papal y, para terminar, su redención en la que influye la muerte de Elisabeth, donde el amor puro supera al carnal.
El argumento en sí, es más complejo, con más giros argumentales pero el peso está en ese perdón papal que Tannhäuser “recibe” (a pesar de fallecer al final de la ópera) cuando su corazón se quedó con Elisabeth en vez de ir a los brazos de Venus.
ACTO I
CUADRO 1 En el interior de Venusberg
Sirenas, náyades, sátiros y amorcillos juegan y bailan para distraer a Venus y a Tannhäuser, el que hace tiempo vive seducido por la diosa
(Ballet y Cr.: Naht euch dem Strande!: ¡Acercaos a la playa… !)
Ésta se da cuenta de que el caballero ya no se siente tan feliz como antes
(D.: Geliebter, sag: Dime, amado.)
Al interrogarle, Tannhäuser le dice que le gustaría volver al mundo. La diosa trata de apartarlo de estas ideas y le pide que cante. El trovador ensalza el amor carnal, aunque echa de menos el que sienten los demás mortales
(S.: Die Töne lob (La3): ¡Canto tu elogio!)
Venus intenta convencerlo para que se quede a su lado, pero nada consigue
(S.: Geliebter, komm!: ¡Acércate, amado!)
Cuando le deja ir, le vaticina que un día se acordará de ella. Entonces estará dispuesta a perdonarle
(S.: Wie hatt’ ich das erworben: ¿Cómo puedo merecer esto?)
CUADRO 2 Un valle cercano al castillo de Wartburg
Un pastorcillo vigila a las ovejas mientras canta (Frau Holda: Señora Holda)
Se acercan los peregrinos que se encaminan a Roma. Tannhäuser cae arrodillado a su lado y quiere unirse al grupo (Cr.: Zur dir wall ich: Hacia ti voy)
cuando de repente entra una partida de cazadores presidida por el landgrave, quien reconoce al trovador y le da la bienvenida. Tannhäuser no dice de dónde viene cuando le preguntan y sigue con su idea de ir a Roma (Cn.: O, bleib!: ¡Oh, quédate’)
hasta que Wolfram le cuenta que Elisabeth está muy triste desde su partida (S.: Als du kühnen Sange: Cuando en los conventos)
El trovador al oír el nombre de su amada, decide regresar a Wartburg (Cn.: O Kehr zurück!: ¡Vuelve con nosotros!; Der Himmel: El cielo)
ACTO II
Salón del concurso en el castillo de Wartburg
Elisabeth elogia el lugar que tan grandes competiciones ha visto, el cual volverá a recuperar su brillo con el regreso de Tannhäuser
El trovador por fin se encuentra con la dama, la que llena de discreta alegría le da la bienvenida
(D.: O Fürstin !: ¡Oh, princesa!; Ich preise dieses Wunder. Bendito este milagro
D.: Gepriesen sei die Stunde: Celebro esta hora)
Se acerca el landgrave y, al contemplar la alegría de su sobrina, le promete que se cumplirán todos sus anhelos
(Noch bleibe denn unausgesprochen: Que durante cierto tiempo)
Llegan los nobles preparados para asistir al concurso
(Cr..‑ Freudig begrüsen wir: Alegres saludamos [este salón])
El landgrave recuerda la brillante historia del sitio y promete que la mano de su sobrina será el premio para el ganador del concurso
(S.: Gar viel und schön: Muchas veces y bellamente)
Se inicia la competición. Wolfram entona la alabanza del amor místico
(S.: Blick ich umher: Cuando mi vista)
Tannhäuser le dice que el amor es la pasión de dos cuerpos enlazados
(S.: O Wolfram)
Biterolf le responde que el amor es el sentimiento heroico que defiende la virtud
(S.: Heraus zum Kampfe mit uns allen!: ¡Te desafiamos a combate singular!)
Wolfram invoca al Altísimo para que le inspire (S.: O Himmel: ¡Oh, cielo!)
Tannhäuser, exasperado, entona el elogio del amor carnal y afirma haber estado en el Venusberg
(S.: Dir Göttin der Liebe (La,): A ti, diosa del amor)
Todos, sobrecogidos, le acusan de blasfemo
(Cn.: Ihr habt’s gehört!: ¡Lo habéis escuchado!)
Cuando los caballeros se disponen a acribillarlo con sus espadas, Elisabeth se interpone y pide clemencia, pues confía que Tannhäuser volverá a Dios
(S. y C.: Der Unglücksel’ge: El desdichado; Ein Engel: Un ángel.)
El landgrave afirma que sólo puede hallar el perdón acompañando a los peregrinos a Roma
(S.: Ein furchtbares Verbrechen: Un crimen horrible; Cn.: Mit ihnen sollst du wallen: Debes peregrinar con ellos.)
De pronto se escucha el coro de peregrinos que pasa cerca del castillo. Tannhäuser corre a unírsele
(Cr.: Am hohen Fest: Oh, días de fiesta.) (Intermedio: Peregrinación de Tannhäuser).
ACTO III
Coro de peregrinos
Wolfram contempla a Elisabeth que reza a la virgen
(S.: Wohl wüsst ich hier sie im Gebet zu finden: Sabía que aquí la encontraría orando.)
Se acerca un grupo de peregrinos
(Cr.: Beglückt darf nun dich: Feliz puedo volverte a ver)
pero entre éstos la joven no ve a su amado. Tristemente se resigna a morir y pide perdón por sus pecados
(S.: All mächt’ge Jungfrau: Virgen santa [todopoderosa].)
Cae la noche. Cuando la joven se marcha, Wolfram, quien siempre la ha querido, canta al lucero vespertino para que la acompañe en su subida a los cielos
(R.: Wie Todesahnung: Como un presentimiento de muerte; A.: O du mein Holder Abendstern: Oh tú, dulce estrella del crepúsculo.)
De pronto se acerca un hombre cubierto de harapos. Es Tannhäuser, al que su amigo no reconoce. Cuando por fin se da cuenta, le pregunta si ha conseguido el perdón
(D.: Ich hörte Harfenschlag: He escuchado el sonido de su arpa)
El trovador, agresivo, le responde que el Papa se lo ha denegado diciendo que así como su viejo báculo no florecerá jamás, tampoco obtendrá perdón ni su absolución a su horrible pecado. Tannhauser declama la Narración:
Inbrust im Herzem (La’3: El corazón ardiendo)
declarando que sólo desea regresar a los brazos de Venus. De pronto aparece la diosa y Tannhäuser corre hacia ella, mientras su amigo trata de salvarle. Cuando éste pronuncia el nombre de Elisabeth, Venus desaparece con todo su cortejo
(Willkommen, ungetreuer Mann: Bien venido, hombre infiel)
En la oscuridad se acerca una procesión de antorchas que portan el ataúd de la joven.
Tannhäuser ruega ante el cuerpo de la joven que rece por él y fallece sobre el mismo. En este momento se aproxima un grupo de jóvenes peregrinos que traen el báculo del Papa completamente florecido, símbolo del perdón de Dios a Tannhäuser.
(Cn.: Ich ward der Engel sel’ger Lohn: De los ángeles santos ha recibido).
ANÁLISIS MUSICAL DE TANNHÄUSER
Cuando Wagner concibió «Tannhäuser», estaba en un momento de búsqueda introspectiva que le llevó a experimentar en sus composiciones, dando lugar al drama musical, integrando el tema dramático con la música ,el teatro y la escenografía.
Durante toda esta ópera, Wagner sabe mantener la atención a lo largo de los extensos solos gracias únicamente a su música verdaderamente excepcional.
Uno de los rasgos más destacados de Wagner es su talento para unificar diferentes géneros artísticos, así su música aúna argumento y emociones, situándole como uno de los creadores del leitmotiv en la ópera.
De hecho, algunas de sus melodías han sido ampliamente utilizadas en más de 500 piezas cinematográficas:
- «La cabalgata de las valquirias», inicio del tercer acto de la tetralogía «El anillo del Nibelungo» se insertó en «Apocalyse Now» de Francis Ford Cópola.
- “Los maestros cantores de Nüremberg” en la cinta «Dracula» (1931) dirigida por Tod Browning, una de las primeras películas del género de terror con sonido de la historia.
OBERTURA DE TANNHÄUSER
La obertura de «Tannhäuser» es una de las piezas más conocidas de Wagner y se interpreta muy a menudo en las salas de concierto.
Esta obertura se presenta como un mosaico de los temas desarrollados a lo largo de toda la obra, principalmente los siguientes:
- El perdón asociado a los peregrinos
- La piedad y el amor puro relativo a Elisabeth
- El amor sensual y lujurioso hacia Venus
Se puede considerar dividida en dos secciones:
PRIMERA: Andante maestoso con estructura A-B-A-B-A
Tema A:
Peregrinación (2 trompas, 2 fagots, 2 clarinetes)
Tema B:
Perdón (violas y chelos con fuerte contenido cromático)
En total 80 compases formando crescendo y decrescendo que representa el paso de los peregrinos, que se repetirá en el tercer acto.
Overture Tannhäuser
SEGUNDA: Escena sensual en la que aparecen distintos personajes mitológicos, como sátiros, sirenas y ninfas, representando la seducción de Venus y el principio del mal.
Durante la bacanal hay cuatro temas:
1-Los primeros cuatro compases de introducción.
2-El tema del Venusberg en dos partes: La primera parte suena como un tritono. La segunda parte es una caída descendente hasta el final con un salto ascendente hasta la nota inicial, finalizando con una variación de la segunda parte más lenta y a modo de cadencia.
3 y 4-Los otros dos se corresponden al canto de las sirenas.
Acto I
Al inicio de este primer acto, Venus pide al trovador que permanezca con ella a través de la música cromática que representa al Venusberg.
(Geliebter, sag: Dime, amado.)
El trovador ensalza el amor carnal, aunque echa de menos el que sienten los demás mortales.
(Die Töne lob (La3): ¡Canto tu elogio!)
Una vez se inician los diálogos entre Venus y Tannhäuser se mantiene ese ambiente sensual -a través de la música- que representa el Venusberg como su himno.
El leitmotiv asociado a Venus de la obertura se escucha hasta que el trovador recupera su libertad.
Tannhäuser sale al exterior y escucha el cántico de un pastorcillo acompañado por un corno pastoril que le retrotrae a la infancia:
(Frau Holda Kam aus dem Berg hervor)
El contraste vocal entre la segunda escena del primer acto y la primera es donde radica la gran diferencia en esta parte inicial de la historia:
Las voces adquieren personalidad dentro de la secuencia escénica contrastándose las voces masculinas -a través del coro de peregrinos- como el principio del bien y las femeninas como la base de la “amoralidad”.
Estos fragmentos del coro de peregrinos son trozos melódicos con caída cromática que poco a poco va ascendiendo y que se usaban ya desde Monteverdi para representar el llanto. (Zu dir wall ich)
Se oyen unas trompas y aparece el séquito del Landgrave de Turingia y su amigo Wolfram, que le cuenta que se va a celebrar un concurso de trovadores.
Las trompas simbolizan lo caballeresco y lo cortes de la nobleza medieval, al igual que en Tristán e Isolda.
(Als du im künhem…)
Acto II
Este acto se inicia con trompas mendelsonianas que representan los sentimientos de Elisabeth que está a la espera de su amado.
La influencia de Mendelsson y la grànd-opera francesa se ven reflejadas en el dúo entre los dos jóvenes:
(Dich teure Hall)
El concurso comienza y se anuncia con la marcha solemne de la ópera que realzan las fuerzas de la rectitud, donde pueden encontrarse simbolos caballerescos como las fanfarrias:
(Dich treff ich…)
Los personajes se expresan en versos cortos sugerentes y menos explicativos. Wolfram canta al amor puro con su arpa de trovador:
(Blick ich umher…)
En la escena del torneo los tres cantores expresan sus sentimientos y Tannhäuser participa el último celebrando a Venus y al amor carnal:
(O Wolfram, der du…)
Todos los presentes le rebaten su actitud pero él insiste y se insinúa la repetición de la canción del primer acto:
(O Himmel! Lass…)
Todos se enfurecen y alzan sus espadas contra Tannhäuser, pero Elisabeth pide piedad y perdón para su amado:
(Zurück von ihm…)
El landgrave lo sentencia enviandolo a Roma a pedir el perdón del papa, para terminar el segundo acto:
(Ein furchtbares…)
Acto III
Este acto sucede meses después del segundo y se inicia con Elisabeth rezando por su amado y un preludio musical
(Prelude)
Wolfram acompaña a Elisabeth con el coro de los peregrinos de fondo
(Beglückt darf…)
Elisabeth abatida de dolor se retira para morir y elevarse al cielo, pues está destinada a ser santa. Se puede observar como Wagner no ha incluido música fúnebre para este momento sino de ascensión hacia una esfera superior
(Allmacht…)
Wolfram comprende que Elisabeth va a morir y se expresa con su arpa y la famosa romanza del lucero vespertino, que constituye uno de los escasos vestigios que quedan de la concepción de la ópera hasta ese momento, al ser un aria que mantiene las característica usuales de la época.
(Wie Todesahnung…)
En este punto aparece Tannhäuser destrozado por el viaje y desolado por no haber obtenido el perdón pontificio de Roma.
Wagner, que era protestante, critica en este fragmento la corte católica de Dresde y el excesivo rigor de Roma con los pecadores, invocando el conocido Amén de Dresde, como en Parsifal.
(Innbrust im Herzem…)
Tannhäuser desesperado por no haber sido redimido decide volver con Venus:
(Dahin zog’s…)
Venus aparece acogiendolo, pero viene el cortejo fúnebre de Elisabeth y Tannhäuser pide a su amada que ruegue por él y en ese instante cae muerto consiguiendo ser redimido:
(Willkommen …)
Los peregrinos llevan el báculo florecido del papa que representa el perdón de Tannhäuser y en el coro puede apreciarse de nuevo las trompas mendelsonianas que representan a Elisabeth.
Al final de la obra, se muestra bellamente acompañado por las maderas, dándole si cabe una sonoridad aún más mística. En esta ocasión es iniciado por el coro femenino (peregrinos jóvenes), incorporándose el coro masculino (peregrinos viejos), en la segunda estrofa, en una explosión orquestal en la que se vuelve a hacer patente el motivo sincopado en la cuerda.
(Der Gnade Wunder…)
CORO DE LOS PEREGRINOS DE TANNHÄUSER
El Coro es masculino y representa a los peregrinos que, a lo largo de la obra, van y vienen de Roma en peregrinación para expiar sus pecados.
La melodía, escuchada por primera vez al comienzo de la Obertura, se presenta como un grandioso coral a capella, a cuatro voces masculinas, de gran sobriedad y fervoroso texto.
El característico motivo sincopado de la cuerda hace al oyente partícipe de su ida y venida, acercándose y alejándose por el camino.
Desde el punto de vista musical nos encontramos una primera parte en la que el protagonismo la llevan los mismos peregrinos (repartidos entre tenores y bajos, que tendrán mayor importancia) sin apenas acompañamiento.
Al final del tercer acto, cuando el coro alaba la gracia de la salvación (Der Gnade Heil) cede total protagonismo a los violines I y II mientras los instrumentos de viento, curiosamente, van a dar la pauta a la voz, para darle mayor presencia argumental.
En este punto, los tenores del coro son los que van a cantar el Halleluya.
Los acordes y melodía de “El coro de los peregrinos” aparecen en la obertura, pero no es sino hasta el primer acto, cuando algunos habitantes se desplazan a Roma, que entra en escena.
El genial fragmento causó una gran impresión en el propio Wagner, tal y como puede leerse en los Diarios de Cósima. Así, éste dijo:
Todavía debo al mundo el Tannhäuser, a propósito de la resolución de la canción del Pastor y del Coro de los Peregrinos.
RICHARD WAGNER